martes, 9 de marzo de 2010

Luz

La señora Catharina Vermeer estaba sentada en el salón vestida de una ropa muy elegante, contemplando su caja de joyas y charlando con su madre. Era la mujer de Johannes Vermeer, artista pintor. La familia vivía en la ciudad holandesa Delft en los años 1660, la edad de oro del renacimiento, y dependía totalmente de la venta de las obras artísticas de Johannes para sobrevivir y evitar la quiebra. Entonces, un retraso en finalizar un trabajo nuevo causaba muchas discusiones en la pareja. Catharina estaba muy interesada al dinero y a la riqueza, tanto que no vacilaba en seducir a un cliente rico para que comprara una obra de su marido.

Griette, la nueva criada, llamo a la puerta y entró. Catharina la miró con desprecio, odiaba a esa chica. La joven era muy bella, tenía un carácter discreto y una expresión de tristeza permanente en su angélico rostro. Llevaba siempre un velo y nadie excepto sus padres había visto el color de su pelo. Cosa que añadía un toque de misterio a su belleza. Muchas veces Johannes la sorprendió meditando sobre uno de sus cuadros. Tuvo algunas pequeñas charlas con ella y notó que esa criada estaba provista de un gusto para el arte y podía dar opiniones pertinentes sobre su trabajo. Cada día se sentía más fascinado por ella. La presencia de este ángel le cambió, provocaba en él una mezcla de sentimientos entre deseo y curiosidad. Eso lo notó Catharina y se volvió entonces celosa. "No es nada más que una criada ¿Por qué se interesa a ella más que a mí, su mujer? ¿Que tiene ella y que yo no tengo?".

- Sí - Dijo Catharina mirando a Griette con disgusto.

- Señora, es sobre el estudio del Señor Vermeer. ¿Debo limpiar las ventanas? - Preguntó la chica con vacilación y cuidado, sabía que su ama estaba buscando un pretexto para despedirla.

- ¡No necesitas preguntarme sobre algo tan evidente! - respondió Catharina con una sonrisa burlándose de esta pregunta estúpida. No dudaba que no era más que una criada.

- Porque esto puede cambiar la luz. Señora.

De la película "The girl with the pearl earring" de Peter Webber.

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